El estrés es la respuesta de nuestro cuerpo a algo que nos advierte o sobre un peligro percibido.
Por ejemplo, caminas de noche, escuchas sonidos detrás de ti y te pones nervioso; Es un estrés.
Si vas a trabajar y dices «solo trabajarás hasta mañana» y tienes deudas que pagar, te pones nervioso y ansioso y comienza un estrés.
Existen recursos de estrés a través de estímulos que pueden ser externos o internos. Los factores estresantes externos son aquellos que están fuera de nosotros e incluyen situaciones tales como: temperaturas muy frías o muy altas, el ambiente estresante con condiciones de ventilación de trabajo deficientes, muy poca luz, condiciones donde hay abuso, etc.
Todas las personas pueden experimentar estrés a través del entorno que nos rodea.
Los estresores internos son aquellos que tienen que ver con aquellos en nuestro cuerpo, por ejemplo: una infección grave, una inflamación o problemas psicológicos, etc.
Por ejemplo, el estrés mental es una preocupación generalizada sobre un evento que ocurrirá durante el día: usted tienes que ver a alguien, te cobrarán, etc.
El estrés agudo es la reacción a una amenaza inmediata y puede ser causada por cualquier situación peligrosa.
Un estresor muy común que produce estrés agudo es el ruido; por ejemplo, cuando entras a un complejo comercial y la música que suena demasiado fuerte te duele los oídos.
O también puede ser estresante estar en medio de una gran multitud, tener hambre o estar solo; viaja cuando las calles están llenas de agua y el tráfico se vuelve lento, cuando tienes miedo de que el auto se quede varado o arrastrado por el agua, etc.
En la mayoría de los casos, el estrés agudo pasa, la respuesta es inactiva, las hormonas del estrés vuelven a la normalidad y llega lo que llamamos «respuesta de relajación»; en cambio, el estrés crónico siempre regresa.
La vida moderna a menudo nos lleva a situaciones estresantes que no son a corto plazo, pero que son crónicas y siempre vuelven.
Por ejemplo, la presión laboral aumenta cada día porque hay desempleo, la amenaza de estar desempleado y los salarios no aumentan.
O las relaciones humanas a largo plazo, como el matrimonio, se deterioran y provocan estrés crónico. La soledad y, a menudo, las obligaciones financieras también pueden generar estrés crónico.
Hay condiciones relacionadas con el estrés y que tienen efectos sobre la salud. Por ejemplo, cuando hay una acumulación de situaciones estresantes que persisten, cuando la persona no puede controlarse, cuando el estrés persistente severo es una continuación de otro estrés o es una respuesta aguda a un evento traumático.
Por ejemplo, un accidente automovilístico puede provocar estrés agudo, pero si este estrés se vuelve crónico, no hay una respuesta de relajación adecuada.
Como vivimos en un mundo complicado, con ansiedad, problemas, vida cotidiana, tráfico, trabajo, escuela, compromisos familiares, entre muchas otras actividades, vemos que el estrés ha invadido a una gran parte de la población, sin respetar la edad o el género.
El estrés es la tensión física y mental que surge en el propio cuerpo y actúa como defensa en un contexto de presión o tensión.
¿Cómo puedes estar libre de estrés? ¿Cómo puede controlar situaciones estresantes sin tener prisa o dañar su salud?
«Trastorno de ansiedad generalizada».
Su origen proviene del «estrés», que es precisamente el tema de este programa.
Nuestra sociedad moderna ha generado una serie de cambios intensos: económicos, sociales, tecnológicos, morales, culturales, que producen un exceso de estrés nunca antes visto en la historia.
Esto nos dejó con la necesidad de informarnos y conocer las causas que generan un estrés terrible: el enemigo silencioso
Es hora de encontrar los canales más efectivos para erradicarlo en nuestras vidas y en nuestros hogares.
Hoy discutiremos un tema muy interesante, que será muy útil para aquellas personas que han pasado por una situación difícil que dejó una cicatriz o marca en su alma.
El trastorno de estrés postraumático es un diagnóstico reciente; Sin embargo, es una condición muy antigua y ha existido durante siglos. Es un trastorno de ansiedad que puede surgir después de que una persona experimenta un evento traumático que la deja aterrorizada, indefensa o aterrorizada.
Puede ocurrir como resultado de un trauma personal, por ejemplo: violación, guerra, desastre natural, abuso, accidente grave o presenciar un acto violento o trágico.
La persona tiene un fuerte trauma que le hace sentir que su vida está en peligro o que se siente totalmente indefensa o temerosa.
Es común experimentar un breve estado de ansiedad y depresión después de estos eventos; sin embargo, las personas que sufren de estrés postraumático continúan reviviendo el trauma.
También evitan personas, pensamientos o situaciones relacionadas con el evento traumático y muestran síntomas de emociones excesivas.
Por ejemplo, una mujer que experimenta un ataque sexual no solo atraviesa un momento de estrés y depresión, sino que también desarrolla un estado de estrés postraumático en el que a menudo revive y recuerda lo que le sucedió e intenta evitar a cualquier persona o piensa que recuerda ese evento.
Al vivir con altos niveles de estrés, expone todo su bienestar. Estrés que no se maneja bien:
- tu habilidad para pensar con claridad
- su excelente rendimiento y
- Lo más importante: disfrutar de la vida.
- La Organización Americana para Comprender, Prevenir y Resolver el Estrés (Guía de Ayuda) recomienda lo siguiente:
Reserve diariamente para relajarse.
- Un momento especial donde descansa de todas sus actividades y retoma fuerzas para continuar.
- Relación con personas que te aprecian.
- Esto le da un fuerte sistema de amortiguación contra los efectos nocivos del estrés.
- Haga al menos una actividad todos los días que desee (tocar guitarra, bicicleta, tocar, etc.).
- Mantén tu humor.
- La risa ayuda a su cuerpo a combatir el estrés de muchas maneras.
Actividades para reducir el estrés:
- Caminar.
- Pasa tiempo en la naturaleza.
- Habla con un amigo de confianza.
- Libera la emoción sudando con un buen entrenamiento.
- Haz algo por alguien más.
- Escribe sobre ti.
- Toma un baño largo.
- Juega con una mascota.
- Limpia tu jardín o tu hogar.
- Distraerse leyendo un buen libro.
Sobre todo, es importante mantener un estilo de vida saludable:
– Haga ejercicio al menos 30 minutos al día, o al menos 3 veces a la semana.
– Come sano.
– Reduce la ingesta de cafeína y azúcar.
– Dejar de fumar todo tipo de drogas, alcohol o tabaco.
– Duerme lo suficiente.
¿Cómo reducir el estrés?
La mejor manera de lidiar con el estrés es tener el coraje de enfrentar las cosas que podemos cambiar, nunca dejar problemas pendientes, ya sean financieros, familiares, interpersonales o laborales. La falta de respuesta a una situación que requiere respuesta genera estrés.
Debemos aprender a tener ese estado de calma, paz y tranquilidad en situaciones que no podemos cambiar, porque hay situaciones en nuestras vidas que van más allá de nuestra capacidad para cambiarlas.